La infección por neumonía, meningitis bacteriana y tuberculosis en niños pequeños
Enfermedad de neumonía
La neumonía es una infección o inflamación del parénquima pulmonar (los elementos esenciales o funcionales de un órgano). La mayoría de los episodios de neumonía aguda en niños pequeños son el resultado de una infección viral; un porcentaje menor es el resultado de una infección bacteriana. Los recién nacidos tienen una frecuencia respiratoria normal de entre 30 y 40 respiraciones por minuto (lpm), los niños de hasta 2 años tienen una frecuencia respiratoria de 25 a 35 lpm, los niños de 3 a 9 años tienen una frecuencia respiratoria de 20 a 25 lpm y los niños mayores de 9 años tienen frecuencias respiratorias normales de 16 a 20 lpm.
Agrandamiento de los ganglios linfáticos
Las infecciones que causan agrandamiento de uno o varios ganglios linfáticos son comunes en los niños. Los ganglios cervicales anteriores y amigdalinos están principalmente afectados. Cuando la enfermedad dental es la fuente inicial de infección, se pueden encontrar bacterias anaeróbicas en los ganglios submentonianos y submandibulares infectados. La incidencia de enfermedades es mayor en otoño e invierno. Una pápula roja característica está presente en el sitio del rasguño, con adenitis regional que se observa proximal a la lesión.
La infección por neumonía, meningitis bacteriana y tuberculosis en niños pequeños
Meningitis bacterial
La meningitis bacteriana aguda es una enfermedad potencialmente mortal. Como resultado de las recomendaciones de vacunas infantiles en los Estados Unidos, la meningitis bacteriana ahora se observa con más frecuencia en adultos que en niños pequeños. Las bacterias que causan la meningitis incluyen patógenos entéricos en bebés y bacterias encapsuladas en bebés mayores y niños. Es fundamental un examen cuidadoso, que se centre en el aspecto general, los signos vitales y el estado neurológico del niño. La mayoría de los niños con meningitis presentan fiebre, pero en los lactantes puede producirse hipotermia. Es necesario realizar un examen neurológico detallado con evaluación del estado mental, examen de los nervios craneales, reflejos, fuerza muscular y marcha (si corresponde). Una fontanela anterior abultada a veces es evidente en los bebés pequeños. El examen pulmonar, cardíaco, abdominal y de los huesos y las articulaciones puede revelar la presencia de otros sitios de infección.
La infección por neumonía, meningitis bacteriana y tuberculosis en niños pequeños
Infección por tuberculosis
La tuberculosis en los niños pequeños difiere de la de los adolescentes y los adultos. El mayor riesgo es mayor en niños menores de 4 años. La fuente de infección en los niños suele ser un contacto doméstico. La infección latente por tuberculosis (LTBI) se define como la infección en una persona con una prueba cutánea de tuberculina (TST) positiva o un ensayo de liberación de interferón gamma (IGRA). Los individuos con tuberculosis tienen una prueba de TST o IGRA positiva, síntomas, hallazgos anormales en el examen físico y una radiografía de tórax anormal o evidencia de enfermedad extrapulmonar. La infección comienza cuando el núcleo de la gotita infectado alcanza un alvéolo pulmonar. En ocasiones, los niños presentan múltiples focos de infección. M. tuberculosis (la bacteria responsable de la tuberculosis, generalmente una infección respiratoria en el hombre; la tuberculosis no respiratoria se considera una enfermedad indicadora del SIDA) puede infectar los ojos, los oídos, la piel, los huesos (en particular los cuerpos vertebrales), el tracto genitourinario y causar problemas intrauterinos. Infección abdominal.
Las madres con tuberculosis no tratada durante el embarazo transmiten la infección al bebé. Una TST positiva es indicativa de infección por tuberculosis. Una prueba positiva no diferencia la LTBI de la enfermedad tuberculosa. Los niños con tuberculosis pulmonar suelen tener menos dificultad respiratoria que los niños con neumonía bacteriana. Se debe consultar a un especialista en enfermedades infecciosas para ayudar en el manejo de todos los niños sospechosos de tener tuberculosis. A los niños expuestos a un miembro del hogar infectado se les debe colocar un TST. La vacuna BCG es menos eficaz en la prevención de la tuberculosis pulmonar. Si la PT es negativa, está indicada la isoniazida durante 3 meses hasta que se coloque una nueva PT. La isoniazida se interrumpe si la segunda PT sigue siendo negativa. Si la TST inicial es positiva, es necesario realizar un examen físico completo y obtener una radiografía de tórax para buscar evidencia de enfermedad.
La infección por neumonía, meningitis bacteriana y tuberculosis en niños pequeños