Ajo – El Anti Todo
El ajo limita los compuestos inflamatorios
El ajo es excelente para reducir la inflamación porque contiene compuestos que inhiben la lipoxigenasa y la ciclooxigenasa, que son enzimas que promueven las prostaglandinas y los tromboxanos inflamatorios. Junto con la vitamina C que contiene, estos compuestos antiinflamatorios en el ajo fresco lo hacen especialmente útil para proteger el cuerpo contra ataques severos de asma y también pueden reducir el dolor y la inflamación causados por la osteoartritis y la artritis reumatoide.
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NF Kappa B y el resfriado común
Los estudios realizados en la Universidad de Munich en Alemania han encontrado que el ajo reduce significativamente la actividad del mediador químico de la inflamación: NF kappa-B. El factor de transcripción nuclear (NF) kappa-B es una sustancia química que se activa como parte de la respuesta inflamatoria de su sistema inmunológico a los organismos invasores. Un aumento en NF kappa-B puede ser provocado por cosas como alimentos alergénicos, altos niveles de ácidos grasos omega-6, resfriados, traumas físicos y otras infecciones. Este aumento de NF kappa-B promueve la respuesta inflamatoria y establece las condiciones ideales para que los virus se repliquen. En estos estudios alemanes, el ajo no fertilizado causó una caída del 25 % en la actividad de NF kappa-B en las muestras de sangre.
Alicina: el asesino de microbios
La alicina, el compuesto de azufre que se forma cuando se corta o se tritura el ajo, no solo le da al ajo ese sabor picante distintivo, sino que también es un poderoso agente antiviral y antibacteriano con la capacidad de aniquilar microbios potencialmente dañinos. Los estudios de investigación sobre la alicina muestran que es eficaz contra los virus del resfriado común, la gripe y el estómago. También ha demostrado la capacidad de combatir la levadura Candida e incluso defender el cuerpo contra poderosos patógenos como la tuberculosis y el botulismo.
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Úlceras pépticas
El ajo no puede evitar que una persona contraiga una infección por Heliobacter pylori, la bacteria que causa las úlceras pépticas. Sin embargo, comer ajo puede ayudar a evitar que esta bacteria cause demasiado daño. Un estudio realizado en Turquía comparó dos grupos de personas: un grupo al que le encantaba comer mucho ajo tanto crudo como cocido y otro grupo que lo evitaba a toda costa. Se recogieron muestras de sangre durante 19 meses y se evaluaron para detectar la presencia de H. pylori. Si bien ambos grupos mostraron resultados comparables en lo que respecta a la presencia de la bacteria, el grupo amante del ajo mostró un recuento de anticuerpos contra H. pylori mucho más bajo en su sangre.
Cepas de bacterias resistentes a los medicamentos
El ajo también ha demostrado la capacidad de ser un potente antibiótico incluso contra cepas de bacterias resistentes a los medicamentos. Un estudio publicado en 2003 por la Facultad de Medicina Irvine de la Universidad de California mostró que el jugo de ajo mostró una actividad antibacteriana significativa contra muchas cepas resistentes a los antibióticos, incluidos estafilococos, enterococos y Pseudomonas aeruginosa.
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